Fotoperiodismo, un paso entre la ética profesional y el amarillismo
- J. Andrés Neira
- 30 abr 2018
- 4 Min. de lectura
Iván Valencia y Juan Pablo Pino, dos fotoperiodistas destacados de medios nacionales e internacionales, se adhieren a la premisa de que en el quehacer de su profesión hay un solo paso entre la ética profesional y el amarillismo, una de las reflexiones centrales que tuvo más eco en el marco del conversatorio ‘Dos miradas sobre el fotoperiodismo’, organizado por Zona Cinco, una escuela de cine y fotografía de Bogotá.
El evento tomó como eje central al fotoperiodismo, su apasionante mundo y loable disciplina, y dio lugar para apreciar tres de los trabajos más importantes de estos dos fotoperiodistas, pero también para apreciar dos posturas diferentes de la composición de este género fotográfico y narrativo; la arquitecta de la otra cara de la noticia.
Iván Valencia
Fotógrafo profesional y freelance, en la actualidad hace colaboraciones para Bloomberg News, The Washington Post y National Geographic ha realizado cubrimiento para la revista Semana y es stringer de agencias internacionales de noticias como Associated Press, Agencia EFE y Agence France Press. Ha publicado sus trabajos en The New York Times, The Wall Street Journal, El Nuevo Herald, The Nation, The Telegraph, The Guardian y El País International.
De los reconocimientos que le han hecho, se destaca el primer lugar en el Premio Nacional de Colombia Sony World Photography Awards 2013, la nominación al Joop Swart MasterClass de World Press Photo, con sede en Ámsterdam, Holanda, para la edición 2017-2018, también su portafolio ha estado entre los cinco mejores de National Geographic y el Festival Errante Montevideo 2017.

Las muestras que trajo para su intervención en el auditorio de Zona Cinco estaban basadas en contar historias bajo los derechos humanos. Una de ellas documenta la situación actual de los venezolanos en la ciudad de Cúcuta, un proyecto para The Washington Post que lleva seis meses y continuará el año próximo. La segunda muestra, un trabajo realizado para National Geographic, pero financiado por World Child, en La Puria, una comunidad indígena embera catira, asentada al norte del Chocó, en línea limítrofe con el departamento de Antioquia, azotada por la guerra actual entre el Eln y disidencias de grupos paramilitares. Por último, la inmersión realizada a un campamento del Eln en el Chocó, para retratar la vida cotidiana del Bloque Occidental Omar Gómez de este departamento.
Como freelance, Iván Valencia ha encontrado en Instagram una vitrina para que sus trabajos se vuelvan públicos y puedan ver su portafolio los medios internacionales. “Mostrar lo que se está haciendo en cada cubrimiento es muy interesante, es muy llamativo. Esa es la nueva forma en que nos están viendo en Latinoamérica”; afirmó el fotógrafo. La visión que compartió sobre el fotoperiodismo, es que a pesar de no ser un fotógrafo de plantilla siempre busca proponer y mostrar los diferentes ángulos que puede tener una historia, partiendo de que “la fotografía es subjetiva” y hay que aprovechar cada momento para mostrar otro enfoque. Asimismo, en sus años de experiencia ha descubierto que “hay una delgada línea entre ser amarillista o hacer fotografía documental, y eso es lo que se les critica mucho a los reporteros”, pero advirtió que en el caso de Venezuela el sufrimiento es algo que tiene que mostrarse, pero “sin pasarse de la raya”, ya que sin esta postura el mundo no se enteraría de lo que está pasando en otras latitudes.
Juan Pablo Pino
Periodista egresado de la Universidad de Quindío, ha capturado hechos importantes de la vida nacional trabajando desde el 2014 como fotógrafo de plantilla para el diario Publimetro en Bogotá. Sus primeros trabajos los realizó para el portal digital La Silla Vacía y elaboró fotos para desde la capital para la Agencia Corbis, plataforma que le permitió publicar sus trabajos en medio como BBC y The Guardian, en Londres. Además, participó en la publicación del libro A Traviesa: fotografías y crónicas del paisaje cultural cafetero, patrocinado por la Fundación Nuevo Periodismos Iberoamericano (FNPI). Fue acreedor por su trabajo a una beca otorgada por la Fundación Pedro Meyer, en colaboración con la World Press Photo Academy en México, para cursar el diplomado en Fotonarrativa y Nuevos Medios.

Juan pino compartió tres de sus trabajos con un énfasis en la responsabilidad social. Trabajando para el diario Publimetro realizó, al igual que Iván Valencia, una inmersión en el Frente Che Guevara en el departamento del Chocó, un cubrimiento para capturar la cotidianidad de la guerrillerada de este grupo. También, el registro fotográfico de la avalancha de Mocoa en 2017 y luego, en 2018, un especial para la conmemoración de este desastre natural. Por último, las mejores imágenes del backstage en el evento de aniversario de Theatron.
“Creo que cuando uno decide hacer fotografía documental y cuando quiere hacer fotoperiodismo, el trabajo de uno es buscar historias”, indicó Juan Pino al iniciar su intervención, como parte de su postura personal sobre las decisiones que debe tomar un fotoperiodista sin que se afecte su trabajo. Con respecto al amarillismo, indicó que dentro de este trabajo las historias no se encontraban únicamente donde había sangre, armas, dolor y tristeza, sino que hay que desprenderse del “periodismo militante”, ya que existen otro tipo de historias que agradan personalmente a fotoperiodistas, para él “hay otra lado en las historias, y es ser responsable socialmente como fotoperiodista”. La movilización de los medios de comunicación hacia Mocoa, usándolo como ejemplo, le permite afirmar que “la fotografía documental tiene un componente ético muy fuerte”, ya que gracias al cubrimiento que se realiza en una situación de estas, incentiva a muchas personas a brindar ayudas o entender la magnitud de una realidad.
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